El Terrorismo de Boston

Opinión por Edel García

¿Qué es sentido común? ¿Por qué el terrorismo? ¿Qué es violencia justificada? ¿Qué más tiene que pasar en los EUA? Estas son algunas de las preguntas que muchos de los norteamericanos y la mayor parte del mundo se hacían mientras contemplaban como se manchaba el Maratón de Boston con la explosión de sendas bombas.

Nubes pasadas que recordaban al fatídico 11 de septiembre y el atentado de las dos torres gemelas volvieron a aparecer en el panorama de los EEUU. El presidente trazó el discurso de la calma para que no se generara más pánico en masa.

La idea era obvia: sí es un acto de terrorismo pero hay que profundizar en las investigaciones para saber claramente quién o quiénes fueron y qué propósitos tenían con ello. Las bombas dejaron ayer, al menos tres muertos y cientos de heridos inocentes. No generó más daño porque al parecer eran de pequeño tamaño y escasa potencia y todo apunta a que se trataba de artefactos explosivos artesanales según el FBI.

Al parecer durante el examen de la escena no han permitido detectar restos de C-4 ni de ningún otro material de gran potencia, lo que sugiere que las bombas eran artefactos artesanales elaborados con explosivos rudimentarios. Algunas cadenas de televisión como CBS apuntan a que las explosiones han sido provocadas por dos bombas colocadas en cubos de basura.

Al encontrarse restos de utensilios de cocina y demás, se cree que al menos una de las dos bombas puedo haber estado en una olla de presión. Esto es un hecho confirmado por el congresista republicano Michael McCaul, que pertenece al comité de Seguridad Nacional de la Cámara Baja. Detonados por un temporizador y no por un teléfono celular como se creía.

Los médicos que tratan a algunos de los 176 heridos creen que los explosivos contenían metralla compuesta por perdigones, clavos y otros objetos metálicos punzantes, tras haber examinado a pacientes que tienen “40 o más” fragmentos de ese tipo incrustados en el cuerpo, según Fox.

Sigo sin entender para qué, supongo que la cultura y el odio que genera ese país son supremos. Si fue como se supone, un caso de atentado doméstico es inaudito entender qué se hace mal para generar en la mente de algunas personas casos como atentados de ese tipo, tiroteos en cines o centros comerciales, sectas violentas o un alto índice de asesinos seriales.

Ya se han dado las primeras interrogaciones por el FBI y la policía de Boston, como en el caso de un joven saudí de nombre John Miller que ostentaba una visa estudiantil. Estaba en la escena con otras personas cuando sucedieron las explosiones. Mientas todo el mundo estaba bajo shock, tres detectives de la policía de Boston le vieron moverse rápidamente hacia fuera del gentío.

No entiendo por qué siempre son aquellos de origen musulmán, no todos son violentos. Es fácil culpar el mismo sector. Consideran al joven saudí Miller como persona de interés a pesar de que algunos de sus compañeros objetaran que fuera capaz. A pesar de todo no ha sido acusado d algún delito.

No obstante a todo el escándalo este tipo de acciones son denigrables y dignas de condena pero no debemos obviar la mediatización del mundo en que estamos viviendo. Es igual de condenable las bombas en el Maratón de Boston como la que igualmente hubo ayer en países orientales dejando más de 30 muertos. De esas no se habla.

Ánimo al pueblo estadounidense. Ojalá haya respuestas pronto y la calma impere nuevamente.