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La Pluma Crítica por Edel García

Discapacidad ética

martes, 29 de enero del 2013

 

Opinión por Edel García

Uno no entiende de cosas o más bien no quiere entender por qué pasan cosas tan extrañas en la política pública del gobierno municipal de Puerto Vallarta. La lógica sería que los funcionarios públicos fueran sometidos a votación, sus experticias valoradas, y sus aptitudes analizadas a profundidad.

De esa manera estaríamos más o menos seguros de que no se tira el dinero con ellos sino que cumplen con un puesto para el que están capacitados. Cada vez que hay campañas por un nuevo mandato por tres años, lo único que tienen que hacer es trabajar bien, apegarse a un partido y esperar a que gane para que el nepotismo global impere.

La mayoría de los directores, regidores, encargados y demás trabajadores del Ayuntamiento son puestos por relaciones y favores. No se sabe en qué beneficia a la ciudad colocar cualquier persona de este modo, sino a ella misma. Lo que sí es seguro que los dolores de cabeza, metidas de pata y vergüenzas que engendrará son máximos.

Cuando se impuso la ley mordaza de negativas a la prensa para conciliar entrevistas a los regidores, funcionarios y encargados afines se creía que era una violación reverenda. La verdad es que ahora uno solo se calla por no querer ver qué pasaría si efectivamente ellos dieran entrevistas y no mediaran a través del jefe de comunicación social.

Eso lo vemos al menos muy claro en el caso de la regidora Susana Carreño. Una edil muy emotiva que carece totalmente de recursos diplomáticos y diatriba política para ocupar un cargo tan importante en las decisiones vitales para el Ayuntamiento. En estos días se encaró vía redes sociales con el joven priista Carlos Gustavo López conocido como Pavin.

No es primera vez ya que se ha batido en duelo con los regidores de oposición de forma acalorada y enfáticamente desagradable. Ya se vio cuando llegó el desfile de pancartas con motivo del incumplimiento de los mochivales cómo se peleó nuevamente con una de los marchistas para intentar quitarle el cartel. Pues en este caso pasó otro pancho.

Se dijeron de todo, aunque pesó en todo caso la intensión de la regidora por acusar al joven de indefinido, imbécil, ladrón y varios improperios. Por otro lado, el Pavin intentaba acomodar la idea de que los funcionarios públicos deben aprender a manejar la ciudadanía en su conjunto.

Supongo que todos sabrán que cada funcionario público tiene el deber de ser tolerante y paciente porque detrás está el aparato de poder municipal. Bajo ningún concepto debe ser usado para amenazar y coartar a las personas. Menos irse a los medios radiales, que tanto conoce para ventilar acusaciones que si no se llevaron a quejas judiciales en su momento, ya no funcionan.

Razones como esas hacen que Gustavo López Guzmán impusiera una queja ante la oficina regional de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ). La intención es acusar el abuso de autoridad y discriminación de la regidora Susana Mendoza Carreño.

Espero que esta vez se haga algo. No se trata de dar razones si el culpable es Pavin o la edil sino las formas y maneras que tienen los políticos de hacer sus burradas públicamente. Si no hay capacidad ni medidas Mochilas se las tiene negras de verdad. Sigo sin ver alguna opinión sobre ciertos escándalos como los de Salvador Cuauhtémoc Villalobos Martínez, Ernesto Munguía, Doris Ponce, y otros tantos. No es bueno el proteccionismo, hace ver que no son justos ni disciplinados y que cualquiera que tenga poder está en su derecho de hacer lo que crea conveniente hacer.

Esta denuncia ante la CEDHJ es una denuncia contra el MC y su gente, es contra la falta de criterio en la entrada de funcionarios capaces y éticos. Más criterio por favor…

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