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La Pluma Crítica por Edel García

La importancia del columnista

martes, 11 de diciembre del 2012

 

 

Por Edel García

 

Una valiente responsabilidad es la tarea de compartir información por parte de los medios de comunicación. Así son descritos los cúmulos de sitios y organizaciones dedicadas a mantener actualizado al pueblo acerca de lo que sucede a su alrededor. Dentro de cada medio informativo hay pesos de importancia de acuerdo a la actividad que ejercen. Reporteros, editores, redactores, fotógrafos…

Una de ellas es la del columnista. Cualquier medio de prensa sabe que es real la necesidad de tener buenos columnistas. Sobretodo porque en su esencia, si existe comunicación en la prensa es porque hay personas que prestan su opinión a la información que se emite. Los medios son canales de información, pero en su manejo son neutrales…o así deben serlo. No comunican, solo informan, lo cual es una parte…

De este modo cada quien se construye la información y su punto de vista como bien le parece. No es tarea del medio informativo inclinarse a un lado de la noticia sino postular la noticia con credibilidad, claridad, neutralidad y certeza. La verdad aunque duele en ocasiones catapulta a la prensa como un poder real en su uso y divulgación masiva.

La función del columnista afiliado a un medio es categórica. Si bien no se opina de todas las informaciones emitidas, sí se hace con aquellas más problemáticas o relevantes. El punto de vista del columnista prestigia no solo su capacidad y versatilidad sino al medio que lo representa. En una especie de simbiosis que jamás debe mediarse a través del dinero.

Siempre la relación final como noticia o columna de opinión es superior a la superficialidad de saber quién es el que escribe como persona. La ganancia estriba en profundizar, polemizar y cultivar la mente de las personas. El beneficio es recoger atención social y depositarla en las arcas del medio o brindar un mejor foro. Hay veces que ni con eso es suficiente porque no hay madera para ello.

Un columnista no es un periodista. Hace funciones de investigación, revisión, algo de campo a veces pero su herramienta más puntual es el talento para unir palabras e ideas. No confundamos jamás los títulos con el talento, eso se obtiene con dedicación y esfuerzo, otras veces se nace con ello. Pero nunca media por los papeles…he visto al papel ser tan determinante y ser tan mediocre a la vez.

De todos modos las personas son fieles a la sociedad que las abraza, son hijos de los planteamientos culturales que sopesan las impresiones de la vida. Nos gusta saber quién es, qué hace, qué ejemplo es o no es de lo que dice y más cosas. Tal vez la información debería ser ciega porque he visto personas sentenciar una opinión por no darle credibilidad a la persona en lugar de lo que la persona escribe.

La importancia del columnista no es tampoco escribir y esgrimir palabras sumidas en puras informaciones no más. No es calcar una nota ni rellenar de datos la opinión, es decir qué cree, qué piensa, pero con carácter. El carácter de un columnista estriba en su capacidad para salirse del plato local y personal y hacer crítica seria. Doblar la verdad con sentido no por amor al arte del

cuestionamiento. Pero hablar por obligación es hacer que la verdad sea condicionada, eso no es libertad aunque muchos vean allí un plato de comida.

Por eso es que son tachados del mismo modo que los políticos…como baratos por huecos de verdad. Un buen político es aquel que piensa y actúa con transparencia, aunque le cueste. Del mismo modo que un columnista es bueno cuando es ácido, crítico, cómico y reflexivo cuando tiene que serlo pero sin faltar a la razón.

El chisme no es opinión y no debe ser el punto de mira del columnista sino el debate en sí mismo aunque este al final de cuentas se base en un pequeño trozo de información. En la plataforma de las noticias son muy importantes los tipos de columnistas.

No hay necesidad de ser solo de un estilo por amor al boom de la fama. Hay columnistas muy críticos, políticos, humoristas, culturales, errados, lógicos, extensos, cortos, de oficina, de campo, foráneos, locales y hasta raros pero es la variedad lo que nos hace maravillosos. No juzgue un medio por sus columnistas ni al columnista por su medio… juzgue por separado, tiene mayor peso. Recuerde que nadie es perfecto.

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