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Los embajadores y jefes de misión de la Unión Europea y de algunos otros países en Irán visitaron hoy los dos recintos de la embajada británica en Teherán para comprobar los daños causados en el asalto llevado a cabo el pasado martes por elementos islámicos radicales.
Además de los representantes diplomáticos de toda la UE, se unieron a la visita los de algunos países más, entre ellos los de Turquía, Brasil, México, Suiza, Canadá y Australia.
Durante unos veinte minutos, la Policía iraní impidió el acceso al recinto de Golhak de la embajada británica, en el norte de Teherán, al grupo de diplomáticos, que contaban con el permiso del Reino Unido para entrar en el lugar y con el acuerdo del Ministerio Iraní de Asuntos Exteriores.
“Contamos con el permiso de Londres y, si no nos dejaran entrar, sería una violación de la Convención de Viena (para la protección del personal y los recintos diplomáticos y consulares)”, dijo a Efe unos de los diplomático antes de que los agentes les franquearan el paso.
Por su parte, el encargado de negocios español, Ignacio Pérez Cambra, que estaba acompañado por el cónsul, Fernando de Castro, dijo a Efe que “nuestra visita tiene como fin comprobar cuáles fueron los daños sufridos por la embajada en el asalto y solidarizarnos con nuestros colegas británicos”.
Los jardines de Golhak, en el norte de Teherán, albergan entre otras instalaciones el Colegio Británico, que ha cerrado sus puertas indefinidamente, además de los colegios Francés y Alemán, que en principio volverán a abrir el próximo 7 de diciembre, y ninguno de ellos sufrió daños en el asalto.
Dentro de este recinto, según comentaron a su salida los diplomáticos visitantes, los asaltantes fueron en su mayoría Voluntarios Islámicos (Basij) mayores de 30 años, “no estudiantes”, que “sabían perfectamente lo que tenían que hacer” y se dirigieron, sobre todo, a las viviendas de tres diplomáticas situadas allí.
La viviendas, como les indicaron ayer los diplomáticos británicos antes de abandonar Irán, quedaron “arrasadas”, con el mobiliario destrozado y llenas de pintadas, de las que la mayoría rezan: “Muerte al inglés” y “muerte a la Reina”.
Varios de los diplomáticos comentaron que, en el suelo de las casas y en el jardín, había botellas de bebidas alcohólicas de alta graduación abiertas pero no rotas y que daba la impresión de que los asaltantes habían consumido su contenido.
Tras visitar Golhak, los jefes de las misiones diplomáticas se trasladaron al recinto de la embajada británica en la zona de Ferdowsi, donde se encuentra la residencia del embajador, que también fue asaltado el pasado martes.
“La residencia (del embajador británico) está completamente arrasada, todo roto, cuadros rajados y varios coches también destrozados, con el interior quemado”, dijo al salir otro de los diplomáticos, que comentó que las pintadas en ese recinto eran similares a las de Golhak.
En la tarde y noche del pasado martes, manifestantes convocados por organizaciones de estudiantes islámicos radicales asaltaron dos recintos de la embajada del Reino Unido en Teherán, arrancaron del mástil de la legación y quemaron la bandera británica, destruyeron y robaron documentos y causaron numerosos destrozos.
Además, mantuvieron como rehenes durante varias horas a un grupo de unos veinte diplomáticos y empleados de la embajada, que fueron rescatados finalmente por la Policía iraní.
La acción de los estudiantes, que según una fuente europea “no fue espontánea”, como han sugerido las autoridades iraníes, sino que “estuvo bien coordinada”, respondía a las nuevas sanciones impuestas por Londres a Irán en relación con su programa nuclear.
Teherán había aprobado, en respuesta, la rebaja de las relaciones con Londres a nivel de encargado de negocios, pero el asalto a su legación llevó ayer al Reino Unido a evacuar a todo su personal diplomático en Irán y ordenar a todos los diplomáticos iraníes que salgan de aquel país antes de 48 horas.
La embajada, el consulado y los servicios del Reino Unido en Teherán han quedado clausurados indefinidamente y un mensaje en su página web indica a los ciudadanos británicos que necesiten asistencia consular que visiten la embajada de cualquier estado miembro de la UE o, en caso de urgencia, llamen a un teléfono en Londres.
