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Leticia Arana
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Guadalajara, Jalisco
El sector de los choferes del transporte público de Jalisco, es uno de los más satanizados por las autoridades, además de enfrentar nulos estímulos salariales desde hace ocho años, y ello ha provocado un déficit de por lo menos dos mil de estos, considerando que tan solo en la Zona Metropolitana de Guadalajara, han dejado de circular mil de las cinco mil 300 unidades ante falta de personal, pues cada una requiere como mínimo dos conductores, sentencia el dirigente del Sindicato de Avanzada, Arnoldo Licea González:
“…Quien de ustedes cree que alguien querrá ser conductor de transporte público, si todo lo que pasa mal en el Estado, lo cometen los transportistas a través de los choferes. Debemos de tener más del 20 por ciento de operadores que ya no están trabajando; deberían de ser cinco mil 300 unidades, yo no creo que estén trabajando más de cuatro mil, para esas cuatro mil debería de haber mínimo, nueve mil 500 a diez mil choferes por los descanseros, pero yo dudo que escasamente tengamos los ocho mil choferes, no hay quien conduzcan los camiones…”
Deplora la abierta indiferencia del gobierno estatal a través de la Secretaría de Movilidad y el propio Instituto de Movilidad que nunca se levantan del escritorio para conocer a cabalidad la problemática del transporte público. Del mismo modo indica que han solicitado a la Comisión de Movilidad del Congreso, intervenga ante el “oscurantismo” de la dependencia estatal que solo vela por sus intereses. A esto, finaliza, se añade la propuesta de la diputada priista, Rocío Corona Nakamura, quien busca reformas a la Ley de Movilidad, a fin de imponer multas que van de tres mil a siete mil 500 pesos, para todo aquel chofer que no haga respetar los asientos preferenciales destinados a adultos mayores, embarazadas o discapacitados al interior de las unidades, algo que dice, es una ocurrencia carente de sentido.
