Leticia Arana
Aunque la negociación entre la presidenta, Claudia Sheinbaum y su similar norteamericano, Donald Trump, que permitió postergar un mes, aplicación de aranceles del 25 por ciento a exportaciones e importaciones con Estados Unidos, ofrece un respiro o paliativo, el problema no acabará por resolverse, si persiste inestabilidad comercial y simulación, sostiene el Coordinador del CCIJ- Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco-, Antonio Lancaster Jones:
“…Con la pausa en los aranceles, nos da un respiro, pero no es una solución, la realidad es que nos da para reorganizarnos y para ver todas las caras del suministro y cadenas de valor y para todo esto que no creíamos que podía suceder, saber que si va a suceder y que puede suceder; es ganar un poco de tiempo, pero también es poner las piezas del rompecabezas en donde tienen que estar para poder nosotros hacer la parte que nos corresponde que es producir, producir mejor con valor agregado alto de México, producir apoyando a nuestras Pymes y desarrollar, y también ir de la mano del gobierno, que al final de cuentas es el que tiene en su poder y en su control las negociaciones con el país del norte …”
Refiere que aunque este acuerdo, busca concretar la base de una nueva política migratoria y de seguridad entre ambos países, forzosamente, deberá parar el tráfico de armas vendidas por el mercado norteamericano, detonantes de la violencia encabezada por los carteles de la droga en México, algo solicitado desde hace muchos años. Subraya también, la urgencia de que el gobierno mexicano, plantee de mejor manera, su estrategia de seguridad, a fin de controlar a las organizaciones criminales y reducir, realmente, la producción de estupefacientes.
Finalmente, enfatiza la necesidad de diversificar nuestras exportaciones o ventas hacia Canadá, Unión Europea y otras naciones, con el fin de desarrollar nuevas cadenas logísticas y ser más competitivos.
Por su parte, la Coparmex, capítulo estatal, subraya que el sector empresarial local, ve positiva la decisión de retrasar esta imposición de impuestos a productos mexicanos, pues dará oportunidad de fortalecer el diálogo y reafirmar la integración económica con América del Norte, así como garantizar mayor seguridad, que dé certeza a las inversiones, toda vez que, para el caso de Jalisco, son fundamentales, en rubros como la agroindustria, electrónica y el software.