Leticia Arana
Al enfatizar que la Ley Antiruido, cuyo dictamen fue presentado hace un año, podría quedar aprobada por el pleno, en agosto próximo, su creador y promotor, Augusto Valencia López, diputado presidente de la Comisión de Asuntos Metropolitanos, precisa que esta normativa de aplicación estatal, contempla además de sanciones económicas, retiro de permiso a establecimientos emisores de altos decibeles y cobro de multa mediante el Predial, para particulares en zonas habitacionales:
“…La idea, es concluir un marco regulatorio que nos ayude a generar tranquilidad, hay que entender la problemática de la contaminación que provoca el ruido. Se está proponiendo la auto regulación que es un tema que todavía estamos afinando, para que los propios locales emisores de ruido, puedan auto regularse con sistemas que puedan validarse con autoridades municipales, también hay un mecanismo de sanción y denuncias que podrán ser atendidas inclusive por la policía estatal a través del 911, que permitan que las autoridades sancionen a las personas ruidosas, a los establecimientos hay un mecanismo de sanción que se establece para el tema de las licencias y en domicilios particulares, el poder sancionar a través de la cuenta Predial , a quienes sean vecinos molestos…”
Advierte que se propone una reglamentación que permita a todos los Ayuntamientos, abatir este problema y regular con mecanismos precisos para denuncias de quienes son afectados, así como validar medición del ruido comercial y habitacional, a fin de determinar los criterios de sanción, que económicamente, oscilarán entre las 40 y 500 UMA,’S Unidades de Medida y Actualización, cotizadas en 75 pesos cada una.
Por su parte, tras subrayar que tal normativa, amenaza con afectarlos, empresarios participantes en mesas de diálogo para recepción de propuestas, manifiestan que debe considerarse que los decibeles producidos en la calle, rebasan con mucho, a los originados al interior de sus establecimientos, además de que tal iniciativa , necesariamente tendría que avalar zonas de tolerancia como corredores turísticos, a los que no debe exigírseles el mismo límite de ruido , y si en cambio, ser mucho más estricta en ambientes de viviendas . Finaliza que la Cruzada contra el Ruido, puso a discusión, su plataforma SIMÓN, que consiste en instalar micrófonos calibrados con la norma oficial, para medir excesos, lo que podría evitar confrontaciones inter vecinales.